Es como un aliento de vida, como el mar una noche de tormenta, algo a lo que te aferras dudando de que pueda llegar a alguna parte, optando más por un no que por un si, pero no pierdes la esperanza.
Solo con mirar a esa persona puedes sentirte seguro de ti mismo, dispuesto a comerte el mundo y el mero hecho de que te hable, supone la mayor alegría que puedas imaginar, porque al menos ha dedicado un tiempo en dirigirse a ti.
Muchas veces el miedo nos paraliza, nos hace leer entre lineas cosas que no hay o no nos deja ver las cosas que pueden llegar a pasar. Algunas personas (a las cuales admiro, son lazadas y van a por todas) otras (entre las que me incluyo) tenemos tanto miedo a cagarla que vamos a paso de hormiga y si... eso es un problema.
Personalmente, si m gustaría invitarle a tomar algo, al cine... etc, pero seamos sinceros, en el mundo en el que vivimos, la mayoría de hombres solo piensan en el sexo y esas invitaciones tienen dos salidas... o tomar algo con un amigo, o un rato de sexo y después si te he visto no me acuerdo.
Aveces, me gustaría vivir en los años 40 o 50 pese a la represión que había, donde todas estas señales significaban algo mas que sexo, donde por ambas partes se ponía interés y ambos miembros de la pareja intentaban sorprender al otro, donde había amores prohibidos que finalmente salían adelante... Un amor en blanco y negro.
